· Sueña, que algo queda





Todos tenemos sueños, proyectos, lo difícil es que se hagan realidad y en el momento preciso.
Cuando estás triste y deprimida-o, piensas: por qué no aparecerá un príncipe azul-Princesa rosa que me de amor y calorcito, que me haga reír... Pues no, esperas y esperas y no aparece.
Entonces decides dedicarte de lleno a tu profesión, te embarcas en el proyecto de tu vida y cuando más entusiasmada estás, cuando ya has conseguido casi lo que buscabas, aparece el hombre de tu vida, si, si ese que te hace reír a carcajada sonora, el que te da todo lo que deseas, amor, compañía, complicidad, todo eso que hace que tu vida sea más bonita.
Y qué pasa con los proyectos, pues que tienen que esperar. Simplemente apuestas por algo que era tu sueño y se hizo realidad y lo demás que vaya rodando.
En fin, después de un tiempo que ves que este amor tiene futuro, piensas en otro sueño de los muchos que tienes: la maternidad, pero qué pasa, pues que como es cosa de dos y tiene que haber consenso... en este caso no lo había. Otra vez empiezas a sentirte mal, lo intentas convencer, pero nada, no hay forma, te resignas, no hay otra. Justo en ese momento recibes una llamada telefónica en la que te proponen un trabajo estupendo que hace que todo pase a segundo plano. Empiezas a trabajar en lo que más te gusta y se te olvidan todas las penas.
Pasa el tiempo y llegas a tener tu profesión y tu vida encarrilados y... de nuevo llega la sorpresa, tu amante pareja que te quiere y sabe que te queda un deseo latente por vivir, vuelve a sacar la conversación y va y te dice: que si, que lo he pensado y que yo también quiero, pero qué... (claro después de tanto tiempo ya ni te acuerdas) Que si que yo también quiero tener hijos... Lo miras y no te lo crees, pero le tomas la palabra por si acaso se arrepiente. Y todo lo que has conseguido en el plano profesional en el que empiezan a llamarte por tu nombre tiene que esperar, por que claro con un bombo es difícil trabajar.

Y nace tu niño-a, sois la pareja más feliz del mundo, lo mejor que os pasado... la vida da un giro de 180º y sientes que otro sueño se ha hecho realidad, y uno nuevo comienza: dormir una noche entera y del tirón. Un mes... dos... y por fin ocurre, duermes placenteramente. Y es que todo pasa, por que en esta vida todo es pasajero.

Y con todo esto aprendes que si persigues un sueño al final lo consigues, no en el momento en el que te gustaría, pero si eres paciente y aprendes a esperar todo llega y además en el momento preciso.
Aun quedaran muchas cosas por conseguir, muchos sueños que realizar,pero ya llegaran.No hay que tener prisa. Mientras tanto hay que disfrutar de lo que se tiene. Con alegría

Ya lo dijo Calderón: La vida es solo sueños, y los sueños, sueños son.